Pueblo Mágico Valle de Bravo, Estado de México El 20 de diciembre de 2020

Asomado a su emblemática presa y abrazado por un espeso bosque, Valle de Bravo es el sitio perfecto para reencontrarse con la naturaleza y vivir emociones. No por nada todos los fines de semana cientos de visitantes acuden a disfrutar de sus encantos, ya sea en tierra, agua o aire, pero siempre bajo el influjo de su brisa fresca y sus pintorescos paisajes.

Comenzar con un paseo sin prisa y cuesta abajo por sus calles empedradas es la mejor forma de dejar atrás la rutina y abrirse al maravilloso entorno de este Pueblo Mágico. Con cada paso, sus casas de estuco y sus fachadas bicolores engalanadas por balcones de hierro forjado, flores y techos de dos aguas cubiertos de tejas rojas, dejarán una huella indeleble en tu memoria.

Una vez en la presa, el reflejo del agua es como un guiño que invita a embarcarse en un paseo en lancha, kayak o yate; dejarse arrastrar por la brisa a bordo de un velero; romper las olas mientras se esquía o se pesca.

Los más aventureros pueden sobrevolar el área en ala delta o parapente, despegando del mirador en Monte Alto y bordeando la presa hasta posarse en su orilla. Si bien no hay palabras que atinen a describir la sensación de ser mecido por el aire a 550 metros de altura, la mayoría concuerda en que quizá es lo más parecido a sentirse un ave.

Finalmente no importa la forma en que decidas disfrutar de la presa; el mayor atractivo de Valle de Bravo ofrece más de diez actividades diferentes y numerosos eventos como campeonatos de esquí, triatlones, vela y parapente; si decides por éste último ve con los expertos de Alas del Hombre.

Los restaurantes que flotan en el embarcadero y aquellos que descansan a sus orillas, además de ser buenas opciones para degustar los típicos platillos mexicanos y la pesca del día, son ideales para seguir disfrutando del magnetismo de la presa y de cada rayo del sol conforme se transforma la luz del día. Una opción es Los Pericos, el primer restaurante-bar flotante de la presa.

Si estás es la presa te recomendamos que visites el Museo Arqueológico de Valle de Bravo. Cuenta con una sala que reúne piezas originales de las 18 zonas arqueológicas de la región y es gratuito.

A media hora de Valle de Bravo descansa, en medio del bosque, la Gran Stupa Budista para la paz mundial, una edificación inaugurada en 2006. Este sitio busca seguir una tradición de más de 2500 años al abrir un espacio apto para la meditación y el contacto con la naturaleza.

En la presa zarpa el Fiesta Valle, un original recorrido de tres horas en este yate que cuenta con servicio de buffet y música en vivo.

El Mirador La Peña es otra alternativa para obtener una vista de Valle y tomar muy buenas fotos. Si quieres algo más emocionante, opta por la escalada, el rappel en roca natural o el recorrido por el bosque en bici, en moto o a caballo; también puedes deslizarte en una tirolesa entre los árboles.

Si lo tuyo es más espiritual, visita la Casa de Oración Maranathá, un centro de retiro que invita a la meditación y al conocimiento personal a través del silencio.

Te recomendamos el restaurante Soleado, que tiene ocho menús interesantes: mexicano, tailandés, estadounidense, hindú, francés, español, japonés e italiano.

Debes llevarte algún recuerdo en el Mercado de Artesanías, que refleja el encanto de Valle de Bravo y la magia en manos de su gente.

Imperdible:

• Mojarse en la cascada Velo de Novia y dejarse sorprender con el poder relajante del agua.
• Aventurarse a ver el bosque desde una perspectiva distinta: ya sea desde un ala delta o parapente, sobre un caballo o en bicicleta de montaña.
• Dejarse guiar en el Museo Arqueológico para obtener un vistazo al pasado prehispánico de la zona.
• Pasear en lancha o velero por la presa y ver allí el atardecer.
• Recorrer a pie sus calles empedradas mientras entras y sales sin prisa de sus múltiples tiendas y galerías de arte.

 

Cómo Llegar:

Desde la Ciudad de México: tomar la autopista 15 México-Morelia, pasando Toluca, seguir por la carretera 15 aproximadamente 55 km hasta llegar al entronque de Valle de Bravo.

Festividades:

• Fiesta del Cristo Negro de Santa María, 3 de mayo
• Celebración en Honor a San Francisco de Asís, 4 de octubre.
• Festival Monarca en enero y febrero.
• Enduro ecuestre y el Campeonato de vela, en febrero.
• Triatlones a lo largo del año.
• Valle Wakefest en noviembre.

 

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