Las 10 Mejores Cascadas en México El 8 de agosto de 2021
Mirar el agua y escuchar su sonido es de las mejores sensaciones que podemos tener, pues nos lleva a un estado total de relajación y tranquilidad. Las caídas de agua o cascadas son verdaderamente imponentes, y en nuestro país contamos con muchas reservas de agua, por eso anímate a recorrer los senderos que te llevan entre la vegetación hasta los miradores para contemplar este espectáculo de la naturaleza.
En esta lista te mostramos las diez mejores cascadas en México que no te puedes perder. Podrían haber sido muchas más, pero por alguna hay que empezar, ¿no? Desde las que ostenta la exótica vegetación de Chiapas, dentro del fabuloso territorio de Oaxaca y entre las maravillas ocultas en San Luis de Potosí, todas te ofrecerán una experiencia imperdible. ¿Cuál será tu preferida?
1. Agua Azul, Chiapas
Sonidos de selva, agua turquesa y tu nadando en esta alberca natural ¿Ya te imaginas ahí?
Entre la vegetación de la selva chiapaneca y a unos 130 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, fluye esta maravilla: las Cascadas de Agua Azul. Y viene con plus, ya que en realidad Agua Azul se multiplica en varias cascadas escalonadas que van descendiendo por la montaña. Es un espectáculo natural que combina el azul turquesa de sus aguas con el verde despampanante de la selva de la montaña.
Prepárate para nadar en las tranquilas albercas naturales que se forman entre ellas y también para momentos más adrenalínicos. Toma el ejemplo de los monos que ahí habitan y lánzate desde una cuerda al agua, bucea o, si necesitas más, ponte el chaleco, el casco y aprovecha los rápidos de las cascadas y súmate a una excursión de rafting. ¿Tanta actividad te dejó cansado? Busca alojamiento en Palenque, la ciudad más cercana. Recupera energías con un buen plato de chanfaína y prepárate para la cascada siguiente.
Todos los meses son perfectos para visitar las mejores cascadas de México, sin embargo, durante los meses de verano el agua se ve más azul, mientras que en los meses de lluvia la corriente aumenta haciendo geniales los rápidos para el rafting.
Definitivamente una experiencia alucinante que debes vivir.
2. Misol-Ha, Chiapas
Un escenario literalmente de película.
Misol-ha significa “agua que barre o caída de agua” y es un título perfecto para esta cascada de más de 30 metros de altura. Se encuentra a solo 20 kilómetros de Palenque, por lo que puedes ir en carretera si rentaste un auto para llegar a esta ciudad. Otra opción son las combis, tomar un tour o, simplemente, subirte a un taxi desde el centro de la ciudad.
Una vez allí, podrás hacer el camino del mirador para llegar hasta arriba de la cascada. Además de una vista espectacular, podrás darte un baño o pescar en las tranquilas aguas de la parte superior. Eso sí, siempre con la supervisión de un guía. O toma el otro camino, pasa por detrás de la caída de agua y llega a una gruta en la se realizan ceremonias mayas. En todo caso, lleva calzado cómodo: ¡el piso húmedo puede ponerse muy resbaladizo!
Curiosidad: ¿Sabías que parte de la película “Depredador” se filmó aquí? Los escenarios que atravesaba Arnold Schwarzenegger eran la selva de Palenque y esta impresionante cascada.
3. El Chiflón, Chiapas
Toda una serie de cascadas y albercas color azul turquesa te esperan en el Parque El Chiflón.
Continuamos en Chiapas, esta vez a unos 30 minutos en auto de Comitán, para centrarnos en el parque ecoturístico El Chiflón. Aquí no solo podrás observar una cascada, sino toda una cadena de caídas escalonadas de casi 120 metros, las cuales reciben el nombre de: Velo de Novia, Ala del Ángel, El Suspiro, Arcoíris y La Quinceañera. Una serie de maravillas de la naturaleza.
En el recorrido hasta la atracción principal —Velo de Novia, de 70 metros de altura donde la corriente forma una capa blanca y pura— ya podrás ver dos de ellas y además dejarte llevar por un paisaje exótico de palmares y cañaverales. Al pie de cada cascada se forman albercas naturales de color azul turquesa perfectas para refrescarse, siendo esta una de las imperdibles cascadas en México.
Si quieres explorar el parque y sus múltiples senderos con calma, una buena posibilidad es alojarse en una de las cabañas de El Chiflón. Sus restaurantes, juegos para niños y tirolesas completarán esta experiencia en la selva.
4. Agua Blanca, Tabasco
Situadas dentro del Parque Estatal Agua Blanca en el municipio de Macuspana a unos 72 kilómetros de Villahermosa en el estado de Tabasco, encontrarás las Cascadas de Agua Blanca, las cuales deleitarán tus sentidos, puesto que el agua se desliza por las rocas formando una espuma suave y blanca que caen en pequeñas pozas perfectas para nadar y disfrutar de un baño refrescante.
Es un área natural protegida la cual cuenta con estacionamientos, albercas, restaurantes y vestidores con servicios sanitarios.
Otro de los atractivos que puedes encontrar dentro del parque, es la Gruta de Ixtac-Ha, un imponente boquete de 25 metros de ancho por 20 metros de alto, el cual fue abierto para los turistas hace poco tiempo.
Si lo que quieres es conectarte con la naturaleza y darte un buen chapuzón en medio de una gran extensión de selva, flora y fauna estas cascadas son la mejor elección.
Consejo: Si eres amante de la naturaleza, ¡no olvides llevar tu cámara porque las tomas son espectaculares!
5. Hierve el Agua, Oaxaca
Busca nuevas perspectivas desde la parte superior de Hierve el Agua.
A 70 kilómetros de Oaxaca y de fácil acceso en transporte público, esta cascada petrificada (con alto contenido de carbonato de calcio) se encuentra entre la Sierra Mixe y la Sierra Norte de Oaxaca. No es una caída de agua como tal, sino una formación rocosa espectacular de más de 60 metros de altura, que se formaron por un fenómeno natural que convierte a los minerales del manantial subterráneo en piedra cuando salen a la superficie dejando una apariencia blanca, la cual, durante años ha dejado la sensación de corriente de agua.
Hierve el Agua tiene, al menos, dos perspectivas: una vertical y realmente monumental con el agua petrificada y otra horizontal, llena de pozas de agua de diferentes colores. El brillo del sol en el agua y el paisaje magnánimo que verás desde la parte superior son únicos, haciendo que esta cascada sea un excelente destino turístico.
Aguas sanadoras: si bien no se recomienda tomar un baño en las pozas por sus altas temperaturas, se dice que sus aguas calcificadas tienen propiedades curativas. Pruébalo humedeciendo tu frente con unas gotas después de la caminata por la zona.
6. Tamul, San Luis de Potosí
Tamul es una experiencia total, en la que incluso tendrás que remar y hasta puedes acceder en kayak.
Las cascadas más grande de la Huasteca Potosina no solo te alucinará por el contraste de sus aguas turquesas y el encendido color verde de la vegetación que la rodea. Su caída majestuosa de 105 metros será uno de esos momentos que no solo atraparás en fotos, sino también en tu memoria.
Llegar hasta ella es toda una aventura, ya que deberás remar tú mismo a contracorriente por el río Tampaón. Esos 4 kilómetros y medio de ejercicio te acercarán a una distancia segura para que puedas admirar la cascada desde abajo. Antes de llegar a tu destino, tendrás con qué entretenerte: el recorrido por el cañón del río está lleno de curiosas formaciones rocosas y cuevas que encierran varias historias interesantes.
Si quieres conocerlas desde arriba en el ejido El Naranjito hay un mirador en el río Gallinas al cual se sube por medio de unas escalinatas rústicas al costado de la cascada.
7. Minas Viejas, San Luis de Potosí
La cascada Minas Viejas es una maravilla oculta en San Luis de Potosí y que muy pocas personas conocen.
Nos quedamos todavía en San Luis de Potosí, porque ante la popular Tamul y entre las muchas cascadas de esta área, que por cierto, está muy de moda, queremos proponerte una menos conocida y más salvaje, la Cascada Minas Viejas. Y es que para disfrutar de esta maravilla escondida, primero se debe llegar al pueblo con el mismo nombre que la cascada y luego recorrer 3 kilómetros dentro de la mágica selva potosina.
La caída de agua se distribuye en diferentes pozas, las cuales dependiendo de su profundidad y temperatura cambia la intensidad del color azul turquesa. También podrás recorrerlas a través de piedras y puentes improvisados. La belleza natural te envolverá, incluso de manera literal, ya que puedes cubrirte del barro que hay en las paredes y absorber los beneficios de este spa natural.
Para una experiencia completa, acampa y quédate a pasar la noche. Al día siguiente podrás ir a pescar a la cercana Laguna de Patos.
8. Piedra Volada, Chihuahua
Saltamos hasta Chihuahua para plantarnos en el Parque Nacional Basaseachi, un espacio donde los bosques de pino y encino se destacan por su belleza natural. La Cascada Piedra Volada o Cascada de Huajumar con 453 metros de caída libre es la cascada de temporal más alta del país. Es formada por un arroyo temporal, el cual es sólo visible durante algunos días de la temporada de lluvias (junio a septiembre), sin embargo, los demás meses son ideales para practicar descenso en rappel.
Ubicada en la Barranca de Candameña tiene una vista panorámica imponente a toda la Sierra de Tarahumara, por lo cual no debes olvidar empacar tus botas de escalada, porque las paredes de roca son perfectas para hacerlo deportivamente a gran altura. Además que puedes contratar algún tour para que te lleven a los miradores y poder apreciar los maravillosos paisajes de la sierra.
La mejor forma de acceder a esta imponente cascada es por la comunidad de Huajumar, desde donde se camina por una hora para llegar a la pared de enfrente de la cascada, único punto donde se puede apreciar la caída en su totalidad.
9. Basaseachi, Chihuahua
¿Te imaginas el sonido del agua cayendo desde casi 300 metros de altura?
Continuando en el Parque Nacional Basaseachi en la misma Barranca de Candameña encontramos la Cascada Basaseachi con más de 246 metros de caída libre, siendo la cascada permanente más alta del país.
Cuenta la leyenda que la cascada lleva el nombre de la hija del rey Candameña, quien gobernaba la zona antes de la llegada de los españoles. Se cuenta que ante la muerte de todos sus pretendientes, Basaseachi saltó al vacío y un brujo transformó su caída en esta impresionante cascada.
Al igual que para la Cascada Piedra Volada, debes de empacar tus botas de escalada, porque la visita a este parque implica una caminata con subidas y bajadas de más de 3 horas, pero te aseguro que valdrá la pena, porque las vistas son espectaculares y la posibilidad de ver a la fauna y flora autóctona en su hábitat natural es una experiencia iluminadora.
10. Cola de Caballo, Monterrey
Una escapada para ver la cascada Cola de Caballo puede sorprenderte con turismo aventura.
Cerca del Pueblo Mágico Villa de Santiago, a 45 kilómetros al sureste de la ciudad de Monterrey, se encuentra esta singular cascada de 25 metros formada por las aguas que bajan de la Sierra Madre Occidental generando un abundante torrente que al rozar las rocas toma la forma de la cola de caballo. Es un lugar fenomenal para los amantes de la fotografía por su exuberante vegetación y porque cuenta con escalinatas, las cuales te permitirán observar la cascada desde diferentes ángulos y acercarte tanto que te mojaras con su rocío.
Si contratas una excursión con los experimentados guías del pueblo, no solo tendrás detalles de la cascada, sino que te indicarán dónde está el bungee más alto de México y cómo llegar al recorrido de tirolesas. Cuando ya hayas disfrutado de la naturaleza lo suficiente, date una vuelta por la villa colonial y descansa un rato en su plaza principal. La tranquilidad del lugar te confortará el espíritu.
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